Al estar todo en constante transformación, surge en nosotros un sentimiento de incertidumbre donde la adaptación al cambio es una herramienta indispensable para prosperar aun en los contextos más adversos.
Por este motivo, tener la habilidad de resiliencia nos permite recuperarnos de la adversidad, adaptarnos y avanzar.
Ya que refuerza las bases para ser más productivo, proactivo y creativo aún en un entorno de constante evolución.
Por ello con la práctica de mindfulness podemos fortalecer nuestra capacidad de resiliencia.
Debido a que nos invita a tener la posibilidad de habitar de manera intencional el momento presente con una actitud de aceptación y amabilidad.
Por tal razón, cultivar, desarrollar y fortalecer prácticas como la meditación e integrarlas en tu vida cotidiana, te permitirá disfrutar de los siguientes beneficios:
- Paz interior
- Alegría
- Compasión
Esta exploración, no se trata de poner la mente en blanco, tampoco es un escape de la realidad y mucho menos es una actividad egoísta. De hecho, es lo opuesto. La meditación es observar los pensamientos, aceptar la realidad tal cual es y es una actividad que nos permite vincularnos de mejor manera con nosotros mismos y con los demás.
Es importante destacar que la meditación es un entrenamiento mental.
Julie Brefcczynski-Lewis define a la meditación como “Una serie de prácticas de entrenamiento mental que tienen como propósito familiarizar al practicante con procesos específicos mentales”.
En este caso hay dos procesos mentales que busca desarrollar y fortalecer, estos son:
Atención: La habilidad de dirigir nuestra atención a un objeto específico.
Meta atención: La atención de la atención. Es decir, darnos cuenta cuando nos hemos distraído, y recuperar nuestra capacidad de atención, volviendo a la respiración..
Cuando fortalecemos ambos procesos mentales, nuestra capacidad de concentración, de enfoque y de presencia, aumenta.
Por estas razones hacer un hábito la mediación siendo resiliente te ayudará a recuperarte del fracaso o al infortunio de manera efectiva, adaptarte al cambio para prosperar y salir fortalecido.
Además, puedes hacer uso de las siguientes áreas para aumentar tu resiliencia:
- Claridad mental: Lo primero es entender cuál es tu respuesta ante la adversidad, cuando comprendes que pasa en tu cuerpo ante una situación de estrés puedes aplicar prácticas de mindfulness para manejar situaciones adversas con mayor sabiduría y fortalecer tu resiliencia.
- Cambio de mentalidad: Una vez que has generado claridad mental, entonces puedes trabajar en un cambio de mentalidad que sea más positivo para así ampliar tu capacidad de acción ante situaciones difíciles.
- Desarrollo de la confianza: Ten en cuenta que la resiliencia es un deporte en equipo, por lo que saber desarrollar el sentido de pertenencia y de confianza con tu equipo de trabajo es un elemento fundamental para ser más resiliente.
En definitiva, la buena noticia es que con la práctica de la meditación podrás generar las condiciones propicias para cultivar una mayor claridad mental que te permita responder de una manera más consciente ante las circunstancias que estás experimentando sin reaccionar de manera automática a ellas.
Ya que se potenciarán tus actitudes mentales de crecimiento, aceptación y gratitud logrando mejorar tu capacidad de respuesta frente a los desafíos, mejorando tu vida en todos los aspectos.